martes, 16 de febrero de 2010

Tu estás siempre en mi mente!!

No sé porque me acordé de esa canción, pero me sirvió para darle título al post de hoy que de cierta forma es una continuación del de ayer.
Y definitivamente la comida está siempre en mi mente. Estoy segura que mi forma de vida es muy diferente al de las personas que simplemente comen para alimentarse y poder seguir andando de pie por la vida. Yo no, en mi caso sí aplica el típico de vivo para comer, lo malo es que eso de vivir para comer casi me acaba matando.
Desde que me despierto hasta que me duermo, lo que más ocupa mis pensamientos es la comida, suena extremo, pero así es. Me despierto y de cierta forma ya tengo pensado que voy a desayunar, comer y cenar, porque eso me ayuda a tener un control sobre lo que tan fácilmente me hace perderlo. Cuando por alguna razón tengo una comida, o cena con mis amigas, desde un día antes estoy pensando qué sería lo más conveniente comer, en donde, si llego con 3, 4 o 5 horas de no haber comido, si mejor como algo ligero antes para no sobrepasarme, etc. Y así es siempre, si algo durante el día no sale como planeado en cuestión a mi comida es muy fácil que me veas de malas o como ansiosa por no saber que hacer. Por eso mi menú es muy sencillo, fácil de seguir y sobretodo son alimentos a los cuales ya les he perdido el miedo y alimentos principalmente que no me desencadenan una obsesión por seguirlos comiendo. Me levanto, tomo un jugo verde (hecho de polvito), 1 puñado de special k, me voy al gym, salgo me tomo proteina, 1 fruta. Desayuno/almuerzo como a las 10:30 de lunes a jueves sandwich con pan integral light, 1 rebanada de jamón de pavo, 1 rebanada de queso panela, jitomate, lechuga. Como a la 1 me da un poco de hambre, como una manzana. Como a las 3:30 o 4 como pescado, 1 papa al horno, ensalada de lechuga con toronja y naranja. Los viernes me doy chance de comer huevos divorciados (estrellados con chilaquiles en medio), como mariscos, los fines trato de comer más normal por así decirlo. Y las cenas, 5 de 7, son 1 quesadilla con unas tortillas de nopal que han sido mi salvación, queso panela y jamón de pavo. Y bueno así me ha funcionado por unos meses, pero también me canso y entonces trato de relajarme y de acordarme que la comida no es mala. Esto de llevar un plan y poder seguirlo, apenas llevo como 8 meses de lograrlo, y lo de hacer ejercicio con constancia, también apenas como 8 meses, de 30 años que he vivido!! Por eso me siento tan feliz y también por no sólo puedo seguir el plan, si n oque lo disfruto. Me encanta correr, me gustan las manzanas y por increíble que parezca, ya no se e antojan tan seguido las papitas o los dulces, o las gorditas, tacos etc, algo que pensé que no iba a poder hacer nunca. Yo pensé que traía el chip integrado del gusto por todo lo que engordaba y el odio por todo lo sano y natural como frutas y verdura, siento un gran alivio de saber que no era un chip =)!!(creo que ni existen ehhh por si crees que tú lo tienes)

Antes también pensaba todo el tiempo en comida, pero de otra forma. Planeaba mi día como para encontrar los momentos de darme un atracón ( o atascón como yo digo) y poder vomitar. Por ejemplo me daban épocas en que todos los días se me antojaba Burger King y unas donas que antes había en Plaza Boulevares que se llamaban Daylight Donuts buenísisisisimas ( las antiguas de chocolate, bueno hasta del olor me acuerdo!) Entonces planeaba que saliendo del Tec, me iba a a ir por el kit de comida, y de ahí directo a mi casa. Muchas veces llegué a faltar a clases, o a volarme clases porque llegaba a ser tanta mi ansiedad por comer, que prefería aprovechar el tiempo que podía estar sola en mi casa porque mi hermano estaría en la escuela y mis papás trabajando.
Otras veces, si tenía horas libres, me iba al Sanborn's, pedía unos tecolotes (molletes con chilaquiles) y una malteada, y ahí mismo en el baño del Sanborn's "iba al baño".
Otras veces era en el Tec., en casa de mis amigas si era fiesta, en el lobby de un hotel si estaba de vacaciones, etc. Si era fin de semana o vacaciones, en mis peores épocas, llegue a vomitar 6 veces en un día. Así que mi día de eso se trataba, de despertarme ir al súper a comprar cuanta cosaquisiera comer, desde sabritas, quesos, todo tipo de pan, dulces, pasar a las gorditas o a los tacos, todo siempre para llevar, e irme a mi casa. Comía hasta sentir que iba a reventar, de ahí al baño, tomaba 2 litros de agua, me dormía (por que aparte me cansaba mucho) me despertaba con hambre y otra vez lo mismo. Creo que esto fue como a mis 24 años, que creo que fue mi etapa más grave, en la que de plano pensé que nada iba a poder ayudarme. Por que siempre decía "ahora sí es la última vez, o es el último día", nunca era.
Prometo que todo esto cada vez se pone menos novelesco y más esperanzador! Aquí estoy, y si me vieras ahorita me verías con una gran sonrisa en la cara, tranquilamente pensando en que voy por una manzana =)!


SÍ SE PUEDE

No hay comentarios:

Publicar un comentario