lunes, 29 de marzo de 2010

Adicción a la Adicción

Creo que esto es algo nunca antes confesado , pero es importante reconocerlo y confío en las personas que leen esto.
Alguna vez leí que la anorexia y la bulimia era una forma de suicidio lento, me sonó horrible, y la verdad pues no es así de consciente, pero ahora me doy cuenta que sí hay algo de eso. En mi caso, probablemente era un enorme enojo, conmigo principalmente, porque nunca lograba ser lo suficientemente buena, y tal vez con alguien más. Me cuesta mucho compartirlo sobre todo porque me dolería causar una tristeza a la persona que me dio la vida, pero era un enorme enojo con mi mamá. En ese momento no era consciente, a la edad de 15 años no tenía la menor idea de lo que me pasaba, simplemente me sentía enojada y triste. Con el tiempo, y con terapias, fui desenredando todo , hasta llegar a lo que hoy les platico. No quiero hablar de mi mamá en este post, aunque creo que es importante para comprender mejor mi historia, y sobre todo para evitar en algún momento ciertas actitudes. También era enojo con mi papá porque se había regresado a trabajar al D.F. y sólo lo veía los fines de semana, y para mi el era mi apoyo y mi aliado, y sentía que me había "abandonado".
De lo que quiero hablar es de todo lo que ese enojo me ha hecho hacer durante tantos años. No nada más ha sido la bulimia, que de por si es peligrosa, sino que me ha hecho tener comportamientos peligrosos en diferentes etapas de mi vida. Alguna vez dije de broma, que tengo adicción a la adicción. Pasé por adicción a las compras, que me dejaban con una culpa enorme porque entraba como en una trance donde agarraba lo que podía, y gastaba más de lo que tenía. Al final acababa con muchas cosas que ni usaba, o no me quedaban y mis papás acababan pagando mis deudas.
He pasado por la adicción al alcohol, la cual todavía me cuesta un poco controlar, pero estoy segura que ya pasó la peor parte. Esta adicción me ha puesto en riesgos enormes, choqué dos veces en una semana, por manejar borracha. Las peleas más grandes, la mayoría han sido bajo los efectos del alcohol. Me desmayé una vez en Las Vegas, en parte por estar deshidratada a causa de vomitar, y otra por estar más de12 hrs frente a una maquinita apostando y apostando. Estuve 2 noches en el hospital, y el pobre de mi papá a un lado de mi cama, y la peor parte fue llegar a mi casa y ver a mi hermano llorando. Nunca me había sentido tan culpable por causar un sufrimiento a alguien más. Lo pienso, y todavía se me llenan los ojos de lágrimas. Cuando pusieron máquinas de apuesta en donde vivo, iba diario, me salía del trabajo para apostar, mentía cuando me preguntaban dónde estaba, y perdí mucho dinero.
Me gusta cortarme, aunque no se convirtió nunca en adicción. La primera vez que me corté, fue con los vidrios de un cochinito que había aventado y se rompió, y fue en los brazos,la letra del niño que me gustaba, tenía 13 años.
Gracias a Dios nunca he probado la droga, ni pienso probarla porque con esto de que me gustan las adicciones, me da todo el miedo del mundo quedarme atrapada en algo más.
Supongo que el estar más tranquila, las terapias, el quererme y aceptarme más a mi misma, me han ayudado a superar todas mis conductas destructivas. La conducta que ha sido más constante ha sido la bulimia, y la adicción a la comida. Esta adicción es la que me ha costado sangre, sudor y lágrimas, pero a final de cuentas veo lo bueno y aunque sigo luchando con algo, ya sólo es una cosa. Me da mucha tranquilidad y esperanza saber que he superado ya varias cosas, lo cual indica que mientras esté dispuesta y consciente de que existe un problema, este tiene solución.
Quiero aprovechar este post para pedirle perdón a las personas, que a causa de mi comportamiento, han pasado un mal momento. No hay forma de darles las gracias por seguir a mi lado, por el apoyo que me han dado, y no hay palabras para expresarles mi amor. Sé que la mayoría sabe que no es algo que hago con la intención de lastimar, va más allá de mi control, y como siempre lo he dicho, no hay persona que sufra más como la persona adicta. Las únicas palabras que me quedan siempre al final, son "mientras siga aquí, prometo seguir luchando, por mi y por ti".

PD: sigo sin saber porque desarrollé tanto rencor contra mi! Lo que trato de hacer es ya no buscarle una explicación, sino irme un paso adelante, en el perdón y aceptación. Pero si alguien tiene alguna idea, bienvenido, siempre es reconfortante saber que no se me cayó un tornillo cuando el doctor me sacó de la panza de mi mamá.

viernes, 26 de marzo de 2010

Experimentos

Han pasado casi doce horas desde que me levanté y mi experimento ha concluido. El experimento trataba de contar las veces que me paraba frente a un espejo para ver mi cuerpo, las veces que lo tocaba (en el sentido de lonjitas, cintura etc.) y las veces que pensaba en cómo me veía. Creo que si tuviera que hacer un porcentaje es de más o menos el 85% del tiempo.
Cuando me despierto es lo primero que pienso, ¿estaré más flaca, más gorda, igual? Me visto y siempre es ver si me veo gorda o no. Si con la playera que me puse se me ve la lonja o no. Si estoy haciendo bici y me checo en el espejo, es para observar que parte necesito bajar. Si estoy en el gimnasio, me comparo con las que están, y así más o menos el resto del día.
Ahorita venía a mi oficina caminando y venía pensando en el blog, y me acordé del experimento y me fijé que traía la mano agarrándome la cintura, el gordito que se hace justo arriba de la cadera, como que inconscientemente me recuerdo a mi misma que todavía tengo lonjas, y que soy gorda.
No quiero decir que me sienta muy gorda, pero siento que tengo muchos lugares de donde bajar peso, y cuando veo que hago un esfuerzo gigante y no veo gran cambio, me desespero y me enoja estar así.
Y así me digan mil veces que así está bien mi cuerpo, son palabras vacías. Claro que se agradecen, prefiero que me digan este tipo de comentarios, ah el "rellenita", "no deberías de comer esto que no está en tu dieta", y como dos mil frases más. Es curioso, si me dicen que que delgada, siento por un minuto o menos, gusto, satisfacción, y siempre acabo ese pequeño momento diciendo, "tal vez este menos gorda, pero me falta todavía por bajar" (en mi cabeza me lo digo obvio). Pero si me dicen, como hoy en la mañana mi entrenador "pues si no vienes lo que has de querer es rellenar tus depósitos de grasa", con eso me da en la torre por mucho tiempo. Como que esas palabras me checan perfecto, esas sí las creo y esas sí me afectan. Es como siempre tener el recordatorio de ser gorda, tal vez ahorita no tanto, pero de que eres gorda y si te descuidas en dos segundos regresas a ser gorda.
Suena horrible, pero así es. Lo siento, las personas que tenemos este tipo de obsesión así pensamos y no quiere decir que estemos locas eh, ojo, yo me considero bastante normal. En la calle no me señalan como "la loca", eso es lo peligroso de los trastornos alimenticios, que muchas cosas pasan en silencio.
Regresando al experimento, quiero hablar de los espejos. Toda mi vida he vivido en lugares con espejos de cuerpo completo, creo que me volvería loca si no los tuviera, y lo curioso es que los odio. Odio que con cierto tipo de luz, se ve hasta el más mínimo detalle, se ve cada gramo de más y justo en que lugar están localizados, cada parte con celulitis, sea poca o mucha, todo los malo se ve y como con lupa. Entonces, esto me hace pensar, ¿será el espejo, o seré yo? Y la respuesta es obvia, soy yo. Yo me centro en lo malo, busco las imperfecciones, me esfuerzo por encontrarme el punto débil, y hoy me dijeron algo muy padre. Traía yo un problema con un tennis que me estaba molestando un solo punto, y me dijo un amigo, si te sigues concentrando en ese punto, la molestia va a seguir, y cada vez la vas a sentir más, porque tienes tu atención en eso. Cambia tu atención y vas a ver como al rato se te olvida. La verdad es que el zapato Sí me estaba molestando, pero no es el punto, el punto es que tengo que concentrarme en todo lo bueno, que aparte es mucho más que lo malo.¿ Existirá la posibilidad que si dejo de concentrarme en cada gramo de más que tengo, estos desaparezcan? Estoy convencida que sí y no en el sentido de que se derrita la grasa, sino que para mi en mi cabeza van a desaparecer porque vana dejar de ser importantes. No es tan fácil como suena, pero es una posibilidad increíble que vale la pena buscar. Así que el experimento de esta semana será buscar como detener este tipo de pensamiento obsesivo negativo, estaría increíble tener un pensamiento obsesivo positivo!
Gracias =) escribir este post me deja con una enorme esperanza !

jueves, 25 de marzo de 2010

Fotos

Ayer escuché unas palabras que me han sonado en la cabeza todo el día: que es lo que recuerdas de las personas? Lo preguntó una de mis mejores amigas y la respuesta fue : te acuerdas de lo que viviste con ellas, de lo que te dejaron, de cómo te apoyaron, de las risas, de las lágrimas, de muchas y muchas cosas, pero poco te acuerdas o te importa de cómo se veían. Todo esto salió porque estábamos viendo unas fotos de hace 15 años y lo que salió en relación a dichas fotos, me dejó impactada! Primero que nada, gusto de ver que me sigo llevando con las mismas personas, lo cual agradezco enormemente a la vida ya que me ha permitido compartir momentos muy importantes con ellas, y me conocen y lo mejor es que me aceptan tal cual soy.
La segunda es que ninguna de las personas que vi en esas fotos, son como las recordaba. Por ejemplo a una de ellas, la recordaba hermosa, estilizada, como que siempre la había admirado. No es por criticarla, pero la verdad estaba bastante chistosa, el corte de pelo era como de niño, estaba muy flaca, con cuerpo de niña todavía. Una amiga vio su foto, y comentó algo muy cierto que a mi me ha pasado, dijo "estaba super flaca y lo increíble es que yo me sentía gordísima" y ahí está uno de los puntos principales de esta enfermedad, ¿cómo hacer para poder "vernos" como realmente somos, y lo más importante, querernos y aceptarnos como somos?
Yo siempre tuve la idea de que era una niña marranita, torpe y poco agraciada. Un día, viendo unas fotos de cuando yo tenía 5 años, me sorprendió (al igual que ayer le pasó a mi amiga) ver que era una niña común y corriente, alta, piernuda, pero para nada gorda. Lo que me gustaría saber, porque tengo pocos recuerdos de mis primeros años, es ¿porqué me sentía así? Esto es algo que todos los días pienso, y son ideas a las que le doy vueltas y vueltas, tratando de encontrar una explicación, para entonces entender, y sobre todo evitar que yo haga lo mismo cuando tenga hijos. ¿Qué pasó en mi vida que me formó la idea de que 1) la belleza física es lo más importante del mundo y 2) no hay belleza física si se tiene unos kilos demás? Estas dos ideas han regido mi vida la mayor parte del tiempo. Y es muy fácil decir que la belleza interior es lo más importante y todo este tipo de cosas que a nivel pensante, sé son ciertas. Pero siempre en el fondo de mi cabeza, esta ese diablillo que me dice que lo más importante es ser delgado, a pesar de lo que sea, como muchas veces llegué a decir, primero muerta que gorda.
¿Cómo es posible, que la simple idea de tener, no 20 o 40 kgs de más, sino 1 o 2, me hagan llorar de angustia? ¿Qué faltó en mi educación, en mi ambiente, en mi casa, que crecí con esta obsesión? ¿Cómo cambiar una forma de pensar cuando todo refuerza justo esa idea que quiero cambiar?
Porque es cierto que lo físico no es lo más importante, tener buen cuerpo para nada es lo más importante. Creéme que sé que hay millones de cosas que importan más en esta vida. De entrada agradecer que estoy completa y en buen funcionamiento, tengo familia, esposo, casa, comida, y mucho más de lo que hubiera pedido. Pero siempre, en el momento que menos lo espero, por un comentario, ver un anuncio en la tele, ver una foto de revista, por lo que sea, regresa ese pensamiento, la flacura es lo de hoy y es mi meta, punto. Mañana voy a hacer un conteo de las veces que me veo al espejo para revisar mi cuerpo, y en base a eso escribiré otro post. Voy a observar la cantidad de veces que mi cabeza está pensando en que más hacer para bajar de peso. Me doy cuenta que constantemente me agarro los huesitos de la clavícula, o los huesos de la cadera, o alguna otra parte de mi cuerpo para comprobar cuanto me falta bajar o de donde me hace falta perder volumen. Probablemente al hacer el conteo, al hacer todo de forma más consciente, pueda eliminar poco a poco un pensamiento obsesivo que me sigue afectando.
Porque al final de mi vida, quiero justo lo que mi amiga dijo, que la gente me recuerde por lo que les dí, por los momentos felices que pasaron a mi lado, y sé que así va a ser y que nadie me va a llorar por haber sido una persona de buen cuerpo. Yo no escojo a mis amigas según los kilos que pesen, o si tienen menos kilos me caen mejor, la vida no funciona así. Es difícil entenderlo porque muchas veces con echar una miradita a la TV, revistas, internet, etc. pareciera que en realidad lo único que importa es justo eso. Pero quiero encontrar (lo ideal sería que lo vendieran en pastillas) eso que me faltó, o que me sobró cuando era chiquitita, que me hubiera permitido crecer con un pensamiento sano. Si no lo tuve, lo acepto, pero creo que es hora de que lo busque para poder realizarme y ser todavía más feliz de lo que ya he aprendido a ser. Que raro suena, que alguien tenga que aprender a ser feliz, cuando seguro cuando nacemos somo felices por el simple hecho de estar vivos.
No sé si este post te haya servido de algo, porque está como todo revuelto, pero a mi me sirvió muchísimo escribirlo, y sobretodo me dio una buena idea! A ver como me va con mi experimento, ya lo bloggearé (mmmm sí existirá ese término??)

lunes, 15 de marzo de 2010

Ups!

Esta entrada la estoy escribiendo con muchas ganas de que nadie la lea, y la escribo porque tengo un compromiso moral y porque también espero que escribirlo y compartirlo me abra nuevos caminos para salir de esto más rápido y más acompañada.
Pues tuve un fin de semana complicado con 2 recaídas, no graves, pero recaídas al fin, digamos que si fuera alcohólica hoy estaría un poco cruda. Lo que me llama la atención son varias cosas, porque al tener un episodio de bulimia en un estado tan consciente creo que me pude dar cuenta de cosas positivas, y bueno pues me quedare con lo bueno y no me torturaré por haber caído, al fin que ya me levanté, espero!
¿Porque caí?, muy fácil, el hecho de saber que voy a estar sola , y que voy a tener todo el tiempo del mundo para poder planear, comer, y vomitar, me regresa a un estado como muy conocido, y algo me hace inmediatamente click, y es como subirme a la montaña rusa de Bulimilandia!
Empiezo con un poco de emoción, pensando en todo lo que por fin después de meses y meses de restringirme, voy a poder comer y termino arrepentida tapada con mil sweaters por que me da todo el frío del mundo después de vomitar (no se porque) . Punto número uno, no es cierto que he estado tan restringida pero es probable que tenga que tener cuidado de no sentir que todo el tiempo me estoy privando de cosas porque entonces la probabilidad de que explote, aumenta. La verdad es que ya no es como antes, que sentía que todo el tiempo comía feo, y que sólo disfrutaba las comida que me engordaban.
Bueno ya una vez decidida y con todo mi arsenal armado, empiezo a comer, pero oh sorpresa! Me causa tanta ansiedad saber que estoy recayendo y que tenía tanto tiempo de estar bien, que ni siquiera disfruto lo que como. Así que lo que en un principio era algo para poder "disfrutar" eso de lo que me había privado, pues perdió sentido porque en serio el atragantarme no me permitió disfrutar nada. Incluso una vez empezado mi comilona (ese término se lo robé a mi última nutrióloga) pienso "mejor me paro ni siquiera me está gustando" pero pues ya no puedo porque ya tengo muchas calorías dentro de mi y de todas formas las voy a sacar no? Estoy segura que si le hubiera dado una pequeña mordida a esa dona, o a esa pizza o a lo que fuera, me hubiera sentido más feliz, tranquila y mi peso estaría exactamente igual o hasta mejor. Punto número 2 e importantísimo y no es que nadie me lo haya platicado, yo lo he comprobado más de una vez: cuando vomito, engordo, si no vomito, puedo mantener mi peso o incluso bajarlo. Lo comprobé en Navidad por ejemplo, comí lo que quise, no me acuerdo de un momento que me haya torturado por no comer algo, y subí 1 kg tal vez, y eso sin hacer ejercicio constante. Cuando vomito, a los 30 min. empiezo a perder color, temperatura, y entonces me da miedo que me baje tanto el azúcar que empiezo a comer. No mucho ni cosas que me engorden peor de cierta forma recupero ahí las calorías, y todas, ya que mi cuerpo entra en estado de alerta y lo que le meta, lo utiliza TODO. Tomo mucha agua porque me he llegado a desmayar por estar deshidratada, así que me hincho y retengo líquidos, así que por lo general acabo subiendo 1 kg pero muy diferente a Navidad, sin haber disfrutado nada, y lo que es peor haciéndole daño a mi cuerpo, y un poco alterada de la psique.
Y luego me doy cuenta que el vomitar tampoco me causa ya esa sensación de ligereza, de triunfo y de tranquilidad, lo cual es bueno. Total que viéndolo ya desde afuera del hoyo, veo que esta recaída fue totalmente diferente a las demás, y eso me alegra dentro de lo que cabe.
Y la verdad es que me faltó trabajo, aplicar alguna de las técnicas que sé pueden funcionar, hablarlo antes de hacerlo, no sé hacer algo para evitarlo. Me parece que es el hecho de tener el mismo patrón de conducta durante 15 años lo que hace tan fácil caer en él, a final de cuentas era el único camino que conocía así que es muy fácil que me vuelva a ubicar en esa ruta. Es algo así como los caballos del Hotel Hacienda Jurica: crees que los llevas tú, pero están tan acostumbrados a la ruta que siguen, que si los sueltas, siguen exactamente el mismo camino, y si tratas de cambiarles el rumbo se jalonean y no se dejan.
Lo que veo como más riesgoso de la situación, no es el que me haya hecho un daño físico, lo veo como si me hubiera enfermado del estómago, y ya, sé que no es igual, pero trato de verlo así para sentirme menos mal . Lo que sí noto y eso me da más miedo, es que el hecho de hacerlo una vez me prende como que todo el mecanismo y me quedo con ganas y con el impulso de hacerlo hoy, al rato, mañana.... Así que repito, es una adicción! Seguro así le pasa a los alcohólicos creen que por una vez no pasa nada, pero te enciende todo y no es fácil parar.
De verdad espero que este episodio haya durado sólo dos días, y ya, que a partir de hoy, pueda regresar a escribir este blog como "memorias" más que como algo actual. Espero que no lea nadie esto jajaja, y creo que sí me ayudó escribirlo. Me siento más tranquila y con más fuerza.

lunes, 8 de marzo de 2010

Miedo

Miedo a la comida? qué es eso? Conozco el miedo al coco, el miedo a la oscuridad, a los fantasmas pero como es posible que alguien tenga miedo a la comida.
Pues sí, yo conozco el miedo a la comida y muchas veces llega a ser terror. No es a toda la comida, sino a cierto tipo de comida, y el grado de miedo cambia también según de que alimento estemos hablando.
En mi caso, lo que más miedo me da es lo dulce y mantecoso. Por ejemplo un brownie de chocolate, con helado de vainilla y crema batida, bañado con salsa caliente y espolvoreado con nueces y azúcar glass (se me antojo !), me da pavor! Sin embargo, no quiere decir que no se me antoje o que no me guste, al contrario algunas cosas son mis favoritas y el miedo es en dos sentidos: en la forma en que ese alimento me va a engordar y en que probablemente no sea capaz de detenerme al comerlo y eso seguro me desencadena episodios de bulimia.
Antes llegó a ser miedo a todo, creo que lo único que he podido comer sin culpas, miedo, o remordimiento, son los vegetales. Incluso algunas frutas como el plátano las llegué a poner en mi lista de alimentos "prohibidos".
Los alimentos empanizados o rebozados también me dan miedo, tiene mucho mucho tiempo que no pruebo una milanesa. Cuando era chiquita había dos cosas que me podían volver loca (seguro eran muchas más pero estas dos son punto y aparte): la milanesa de res empanizada y gratinada, y los tacos dorados de pollo. Actualmente, a mis 30 años y después de 15 años de terapias, no puedo comer ninguno de estas dos delicias. Espero algún día poder hacerlo, con medida, sin culpa y disfrutando.
Leo todas las etiquetas de lo que como, y aunque hay algunos nutriólogos que recomiendan hacerlo, yo creo que puede volverse algo obsesivo. Hay algunas cosas que como que no traen la información nutricional y me las como, sabiendo que no es el mejor alimento y que probablemente si me como mas de 1 pueda reflejarse en la báscula, pero sin mortificarme. Por ejemplo hoy me comí un mini cuerno de chocolate, sé que es azúcar, que tiene harina, que es refinado, pero me vale, como no sé exactamente que tanto me engorda, lo disfruto y la verdad es que ni si quiera me preocupa tanto, aunque claro trato de no comerlo diario!
Los quesos fundidos me dan miedo, no como tortillas de harina, y aunque cada vez las extraño menos, ayer tuve que darle una mordida a una quesadilla que se veía deliciosa como para quitarme las ganas. Podría pasarme horas escribiendo que alimentos me dan miedo, pero tampoco es el punto.
La cantidad y variedad de alimento que hay en un lugar también me provoca miedo y angustia. Lo que sería un Disneyworld para un niño, para mi lo es un buffet, aunque aparte de ser el mejor lugar donde puedo estar, también es el que más stress me puede llegar a generar. Hasta hace muy poco tiempo, ir a un buffet, invariablemente terminaba en un episodio de bulimia. Los eventos como Navidad, Fin de Año o un cumpleaños, eran/son (todavía no defino) todo un acontecimiento para mi. Desde días antes, planeaba con emoción y excitación, todo lo que iba a comer, me volvía loca el pensar toda la comida que iba a haber. Planeaba en como iba a hacer para sacar el máximo provecho y lograr que me engordara lo mínimo.¿ Empezaría a comer antes, para que mientras los demás seguían cenando, yo pudiera vomitar? O ¿sería mejor comer un poco con todos, y apartar comida para la madrugada o el día siguiente? Si eran tacos ¿cómo le haría para comer mucho mucho y que nadie se diera cuenta? A veces hasta me ponía nerviosa el hecho de que no fuera a alcanzar la comida, trataba de servirme mucho, o antes de la cena hacía mi apartado para asegurarme que yo tendría suficiente para atascarme. Y muchas cosas más que creo que si sigo escribiendo alguno de ustedes me va a querer encerrar a un psiquiátrico! Y leo lo que escribo y la verdad me sorprende que esté yo aquí muy mona (y cuerda!) sentada después de haber comido tranquilamente mi sandwich, un yoghurt, mis zanahorias y hasta un panecito de postre! Pero no crean, como siempre dejaré la promesa de que en otro post les contaré del día que en serio sentí que me estaba volviendo loca y eso sí que me dio más miedo que cualquier plato de spaghetti!.
Es bueno no sentir miedo de tantas cosas, y saber que puedo comer mucha más variedad y disfrutarlo. Es bonito por fin vivir una Noche Buena en paz sin la atención a la comida y que verdaderamente sea una noche BUENA.
No te rindas nunca, en lo que sea, la recompensa de el éxito, no se compara con nada que yo haya sentido hasta la fecha, esa es la verdadera felicidad en mi vida: MI PROPIO ÉXITO!

jueves, 4 de marzo de 2010

Otra práctica

Me definí como bulímica porque definitivamente es la práctica más común que yo tenía. Pero hoy recordé que no siempre comía y vomitaba, al principio, intenté otros métodos para bajar de peso.
Cuando entré a 4to semestre de prepa, logré hacer una dieta que me ayudó a bajar de peso. No recuerdo cual era, pero recuerdo que por primera vez me sentía "bien" con el cuerpo que había conseguido. Fue a raíz de que me operaron de la nariz que empecé a bajar de peso. Al principio porque me era imposible comer, la recuperación fue horrible para mí. Después porque me sentía contenta con como me había quedado mi nueva cara. Siempre pensé que una vez operada mi vida iba a cambiar, porque ya no sería espantosa y esa deformidad ya no iba a ser más parte de mi. La verdad creo que exagero porque no tenía la nariz deforme, simplemente había heredado la nariz de mi papá y no era tan femenina, pero lo triste es que siempre me dijeron en mi casa que mi nariz en efecto era horrible.
El caso es que ya con nariz nueva y con unos cuantos kilos de menos ya me empezaba a sentir más segura. Por primera vez en mi vida sentía que atraía a alguno que otro compañero de prepa y eso me hacía esforzarme más en mi dieta. Ahí confirmé que ser delgada era lo más importante, es increíble la cantidad de personas que te empiezan a halagar por verte más delgada. Ahí me di cuenta que el mundo estaba diseñado para las personas delgadas y no para los gorditos, lo flaco era bueno, lo gordo malo, punto. Así que tenía una mezcla de miedo y felicidad. Era feliz porque por fin me sentía bien con mi cuerpo y gozaba de las mieles de la delgadez y miedo porque no quería nunca más volver a subir de peso. Así que lleve mi dieta al extremo. Estaba yo en cuarto semestre de prepa, y en serio no sé como le hice, pero creo que por un mes o 3 semanas, mi dieta consistió en 1/2 manzana de desayuno, una coca light a medio día, otra manzana en la comida, otra coca light en la tarde (el gas me quitaba el hambre) y cenaba cualquier cosa. Si llegaba a comer mucho, vomitaba o aplicaba otro método igual de desagradable. Me tomaba medio bote de leche de magnesio. El sólo hecho de pensar en el asco que sentía, me pone la piel chinita mientras lo escribo. La leche de magnesio ( o magnesia no me acuerdo) me laxaba. Así que duraba yo como un día completo con una diarrea que era agua. Como era de esperarse estas prácticas no me duraron mucho porque había días que el dolor de estómago me doblaba. Hoy recordé esta práctica, porque llevo 3 días con una gastritis y colitis de miedo, ayer no salí del baño, no he podido ir al gimnasio, y creo que lo que me hizo daño fue un producto "natural" que me tomé. Lo que sí quiero reconocer, es que siempre que me pasa algo así, me pongo a pensar en todo lo que le he hecho a mi cuerpo y todo lo que me ha aguantado. Me ha cobrado algunas facturas (otro post super importante!) pero la verdad ha sido el cuerpo más noble y ojalá todos pudiéramos cuidar al nuestro como lo que es, lo ÚNICO que tenemos.
Por eso insisto tanto en la importancia de información, de regulación, de atención a este tema de los Transtornos de Alimentación porque en la mayoría de los casos, no es algo que dure poco tiempo, o que sea como la canción de moda. Es un problema verdadero, psicológico que tiene mucho más de fondo de lo que creemos.
Yo no estoy curada, no sé si algún día lo vaya a estar, quiero pensar que sí, y por lo menos tengo claro que nunca dejare de luchar. Así que espero que el hecho de que vaya a aceptar o platicar ciertas cosas que aún pienso o hago no me quite credibilidad porque si algo estoy haciendo es escribir esto de la formas más honesta que puedo. Regresando a la falta de regulación, es increíble la cantidad de productos "milagrosos" para bajar de peso que se venden. Lo digo porque me confieso una persona que suelo comprar las cápsulas de alcachofa porque ya me dijo Fulano que son buenísimas para quitar el hambre o la crema "y" porque perengana bajo muchísimo de peso, etc, etc, ect. Hay sustancias como el Orlistat (que encapsula grasa) o la Sibutramina o algo así (en teoría quita el hambre) que se pueden conseguir en cualquier farmacia y cualquiera las puede comprar. Sin embargo me ha dicho un doctor que se tiene que regular la dosis y hacer estudios en las personas que quieran tomarlo para descartar complicaciones renales o de otro tipo. En mi caso lo último que compré fue un jugo que tiene Alcachofa, Spirulllina, Clorofila y no se que más que es como para regular y desintoxicar, me tomé más de la dosis recomendada y me fue como en feria! Con un producto que es natural y que se vende en cualquier tienda. Es de preocuparse que todo esto se venda y se venda y que en vez de que haya un apoyo al tema de la obesidad, se esté utilizando para sacar provecho económico y abusar de toda la gente que está desesperada por bajar unos kilos, y como no van a estar desesperados, este es un mundo para gente flaca!
Espero que si estás tomando algo para bajar de peso, sea porque te lo recetó alguien, y esté 100% supervisado, lo demás no sirve. Lo que yo he comprobado que sirve es comer balanceada y sanamente y hacer ejercicio. Lo más importante que tenemos es nuestro cuerpo, chico, grande, flaco, blanco, gordo, morenos como sea, pero si no estamos bien de salud, lo demás no sirve de nada.