lunes, 28 de junio de 2010

Ingredientes

Últimamente me han dado ganas de comer mucho, de romper mi dieta, de tirar la toalla, y me da miedo, pero logor controlarme. He traído en la mano pasteles, donas, y las he regresado a su lugar, o tirado en el peor de los casos. A veces me como la mitad, una mordida, o la pieza completa, pero hasta ahí, y lo más importante es que no he llegado a vomitar. Ayer por ejemplo, estaba a punto de entrar al cine, y estaba ya formada para comprar un helado, me salí de la fila, y al final no comí y se me olvidó mi antojo. Me encantaría saber la forma de controlarme siempre, saber cómo es posible que me logré detener, o que logré desayunar fruta, o cenar verduras, o cómo le hago para despertarme todos los días a las 5am para ir al gimnasio. Es raro, pero durante 15 años busqué la forma, y cuando por fin estoy la mayoría del tiempo en donde quería estar, no sé que es lo que me mantiene aquí. Quisiera tener la fórmula del control, de abstenerme de vomitar, de abstenerme de llenar mi cuerpo de comida que me hace daño, no sólo para aplicarla yo siempre, sino para poder dársela a tantas personas que sé que la están buscando.
Tengo claros los componentes, no las cantidades, ni los tiempos, ni la "tienda" donde comprarlos, pero por lo menos sé qué es lo que me ayuda a estar más o menos sana mentalmente.
Lo primero que diría que se necesita es mucha compasión con uno mismo. De nada me sirve todos los días flagelarme o insultarme, lo que creo de mi misma, es lo que 99% seguro seré y proyectaré.
El segundo componente sería perdón. Yo perdoné a todas las personas que no me apoyaron, a las que me lastimaron, y sobre todo a mi misma. Todos los días tenía que perdonarme el hacerme daño, el no ser lo suficientemente fuerte para salir de la enfermedad, y todavía hay días que me tengo que perdonar porque no soy perfecta y no me quiero exigir perfección, porque ahora entiendo que no existe.
Fortaleza es otro ingrediente, porque aunque pareciera lo contrario, se tiene que ser muy fuerte para caer todos los días y aún así levantarse. Se tiene que tener fuerza para saber que probablemente voy a caer, pero que con seguridad me voy a levantar.
Diría que la humildad también es fundamental, porque hay que saber reconocer que nos estamos equivocando, y sobre todo saber pedir ayuda. Creemos que tenemos que hacer todo solos, sin que nadie nos apoye ni nos ayude, y creo que no hay nada más falso. Yo tuve que tocar muchas muchas puertas pidiendo ayuda, la mayoría me abrió y me ayudó como pudo y con lo que pudo, los que no quisieron abrirme, estoy segura que es porque tenían los mismos o más problemas que resolver como para poder dedicarme un poco de su tiempo. Hay personas que con una vez que les pedí ayuda, me han ayudado 1000, y siguen a mi lado, y son personas fundamentales en mi vida.
Hay que tener mente abierta, porque no hay un método, no hay una forma, no hay una persona, que te saque de la adicción. Yo probé con muchas personas, psicólogos, terapeutas, psiquiatras, homeópata, hasta con uno o dos curanderos fui, y sé que cada uno me ayudó, pero si me hubiera clavado en la idea de que sólo una clínica me podría ayudar, me habría perdido de tantas y tantas personas que conozco y sigo conociendo.
El amor es fundamental, porque es el amor en todos los sentidos. Primero fue necesario darme cuenta que me quería, y que por lo tanto quería estar bien, y necesité de mucho amor a mi misma para lograrme sacar adelante. Pero este amor a mi misma, cuando yo no me lo podía dar, me lo dieron mis papás, mi hermano, y mis amigos. Cuando no encuentro el amor adentro, porque estoy ofuscada, tengo muchas personas que me ayudan a encontrarlo. Por eso es básico cultivar el amor a las personas que te rodean, porque en el momento que las necesitas, ahí están. Son mis piernas cuando siento que perdí la fuerza para seguir caminando.
Busca y encuentra y después no lo dejes ir, todo lo que te hace feliz. Yo todos los días pienso que es lo que me hace feliz, lo busco, si lo encuentro no lo suelto, y si no lo encuentro, sigo buscando. Y lo mejor es que lo que me puede hacer feliz, es infinito. Una canción, una flor, un amanecer, una sonrisa, extenderle la mano a alguien, saludar a un amigo, estar sola, leer, oir un chiste, son mil cosas, desde lo más simple, hasta lo más complejo como (me imagino) que es abrazar a un hijo. Algo que he aprendido es que no me debe de gustar lo mismo que a los demás, soy única y con diferentes gustos, y en muchas cosas coincidiré, pero en otras sé que no, y no por eso las dejo de hacer, simplemente es cuestión de respeto y tolerancia.
Para mi un parteaguas es el momento en que corrí mis primeros 5 kilometros. A partir de ese momento, mi vida cambió y todo lo que había recolectado en 15 años de búsqueda, se conjugó de una forma casi milagrosa, para darme la oportunidad de por primera vez sentirme felizmente plena. Cada día se acumulan cosas buenas, sigo en la búsqueda, pero encuentro más rápido, me llegan personas que son "justo lo que necesitaba" en el momento preciso, y es como si cada vez que corriera, moviera energía positiva y más cosas buenas tengo.
Seguro me faltan ingredientes, y seguro mi receta es diferente a la que cada quien necesita, pero me gustó escribirla porque me da claridad y me ayuda a reconocer el largo camino que he recorrido. Si esto le ayuda a alguien que esté en el mismo camino, que esto fuera una especie de mapa que ayude a recorrerlo más rápido y menos dolorosamente, yo estaré más que satisfecha.
Que tengan un EXCELENTE día.
Como siempre mil gracias =)
Urs

domingo, 16 de mayo de 2010

Día del Padre

No tengo mucha inspiración últimamente pero quiero seguir escribiendo porque quiero ayudar! Me cuesta tanto trabajo no saber cómo ayudar a la gente que veo que esá sufriendo por la comida. Yo sé que yo todavía sufro, pero me cuesta menos trabajo poder controlarme en general. Hoy platicaba con alguien y me decía que estaba impactado de lo que una persona puede comer. La verdad a mi nunca me ha impactado la cantidad porque sé que llega un punto que pierdes el sentido de la saciedad. O me ha tocado entrar en un círculo vicioso en el que empiezo a comer y el hecho de sentir que comí demás me hace sentir super angustiada y entonces me provoca comer más, y todo el día! Es raro porque lo que predomina y lo que se me ha quedado más profundo es el miedo a engordar. La verdad no es tanto la salud, aunque reconozco que me siento mil veces mejor, pero es principalmente por no engordar. Es algo que todavía no logro descifrar al 100%.
Tengo una idea más o menos clara de dónde pudo venir la idea de que lo querible es lo flaco y últimamente he tenido ejemplos muy claros que me han hecho ver las cosas más claras. Todos los martes como con mi mamá y con mi hermano. Es una tradición que tiene cerca de un año, desde ue mi hermano se casó, que me gusta porque nos permite estar a los tres juntos como en "los viejos tiempos". Los últimos dos meses ha asistido mi abuelita, la mamá de mi mamá, lo cual me agrada. Para empezar no le puedo decir abuelita, es Carmen, y no le gusta que le digan de otra forma. Es una señora extremadamente vanidosa y desde que me acuerdo anda viendo que operarse, o que tratamiento ponerse, o que dieta tomar. Por consecuencia, mi mamá es igual y por simple lógica (sin estudios de psicología ni nada) yo soy igual. Me ha costado trabajo darme cuenta y sobre todo tratar de no caer en lo mismo, pero no es tan fácil. Me doy cuenta que en mi familia nos cuesta trabajo decir "te quiero". He notado que no lo decimos con regularidad y que cuando lo digo, les toma por sorpresa, aunque siempre responden muy bien y por lo mismo trato de decirlo más seguido. Creo que no hay nada como decir lo que sientes, sin esperar nada a cambio o sin esperar ser correspondido de la misma forma. En algún curso que tomé, oí que no te hace feliz que tanto te amen, lo que te hace verdaderamente feliz es lo que tu amas. Así que si lo sientes, dilo, y busca amar y amar, porque entonces te sentirás lleno.
El caso es que me llamó la atención que cuando llego o me despido de Carmen, sus palabras son "pero que bonita estás", "tú siempre tan arreglada", "que chula mija", "que bonitos zapatos", "que bonita falda" etc, etc. Y no es que no lo agradezca, al contrario agradezco mucho que me echen flores, lo que me doy cuenta, es que es su forma de decirme que me quiere. Cuando era niña no supé hacerla diferencia y me quedé con la idea de que tenía que ser verdaderamente hermosa y perfecta físicamente para que me quisieran. Y hoy me volvió a pasar, pero con la mamá de mi papá! Al final me dijo 2 veces cuando nos despedimos, "que bonita estás", creo que es la primera vez en su vida que me dice esto. Y "te quiero" creo que me lo ha dicho 2 veces y una de ellas porue yo le dije primero. Ahora entiendo porque la presión por estar lo mejor posible, y es hasta donde puedo, porque sé que para empezar la perfección no existe, y peor aún, la belleza es subjetiva. Otro ejemplo claro, toda mi vida crecí pensando que era espantosamente fea, y que mi nariz era un castigo gigante, hasta que me la operé. El día que me vio mi abuelita (mamá de mi papá) me dijo "me gustabas más con tu nariz anterior". Casi muero. No sólo era la desastroza recuperación de la operación, la cual fue trágica, si no que a mi mamá no le gustaba mi nariz antigua, entonces? Me la quitaba??, ahí debí de haber entendido que no le puedo dar gusto a todos, que con que me guste lo que veo al espejo es suficiente.
Ha sido díficil aprender a querer lo que veo, hay veces que no me reconozco, o hay veces que me gusta mucho lo que veo, o hay veces que me siento espantosamente gorda y me veo en el espejo y lo quiero romper. Todavía no defino muy bien que momentos o porque tengo tantos cambios de "visión" o como se diga. Lo único que sé es que todo tiene una lógica y que ahora entiendo porque creo que que si no soy "bonita/delgada" nadie me va a querer. Está en el aire! Nadie te dice "eyy que bien, tiene 20 kilos de sobre peso que bien te ves" , nadie te admira por lo mucho que comes, o por las lonjas que te salen. No sé en que momento de la vida lo de afuera se volvió tan importante, tan importante como para que nos pongamos al borde de la muerte con tal de lograr una belleza más o menos aceptable. Ahora lo que hago es enfocarme en que mis abuelas me quieren, y que no tienen forma de expresarlo. La mayoría de las personas no tienen mucho tacto en cuanto a lo físico y en especial al peso se refiere. Trata de no tomártelo personal, es difícil y si estás en mi situación cada palabra te quedará sonando todo el día pero no vale la pena. Me pasó la semana pasada, mientras corría una señora me preguntó que si estaba entrenando para algo, le dije que sí, que para el Marathon de Chicago, y su respuesta fue: "ah entonces vas a bajar de peso, todos bajan con esos entrenamientos". Lo primero que yo escuché fue: "eres tan gorda, pero no te preocupes con todo lo que vas a hacer de ejercicio vas a bajar esas horribles lonjas y esas gorda gordas piernas". Y el resto del día fue fatal para mí, pero ¿por qué le di un poder que no tiene? ¿porqué eché a la basura los miles de comentarios positivos de otras personas? , eso no lo sé pero lo trataré de descubrir esta semana. Por alguna razón los comentarios negativos se me quedan como dagas y me los creo y me los tomo como la verdad absoluta. Mi recomendación del día es: júntate con la gente que te hace comentarios positivos, que no te importe porque te lo digan, si porque te quieran o por que no tienen nada mejor que decir, pero a ti qué? disfrútalos y creelos! Cuando era chica, no me acuerdo de algún comentario positivo, pero me doy cuenta que me hicieron falta, si tienes hijos porfavor hazles comentarios positivos de muchas cosas, no sólo de lo bonitos que son.
Ayer en una fiesta, había un pastel delicioso, y estaban las niñas de 3 AÑOS sentadas esperando a cantar las mañanitas. Mientras esperábamos, una amiga dijo "con este pastel sí rompo la dieta me encanta!". Otra amiga, enfrente de su hija de nombre X dijo "Con este pastel hasta X rompe su dieta!". Me quedé pasmada. X es una niña de 3 años, y que está abajo de su peso, no come,m tiene que comer Pediasure para poder obtener la mayoría de sus nutrimentos, y todavía se atreve a decir su propia madre que con ese pastel la niña rompe la dieta. ¿Qué ha pasado que una niña de 3 años, que tiene bajo peso, va a romper una dieta!!??
Esto es lo muy poquito que puedo ayudar, pero ojalá le sirva a alguien, nuestras palabras son oro, como dice el primer acuerdo tolteca"SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS".
Hoy quiero agradecerle a la vida por haberme dado a un PAPÁ tan genial. Lo amo y de él recibí los piropos en mi vida. FELICIDADES A TODOS LOS PAPÁS!
Sorry que sea larguísimo este post, pero no había escrito en mucho tiempo y tengo muchas ganas de escribir varias cosas. Lo voy a necesitar durante est tiempo porque estoy a horas de enfrentar un cambio en mi vida, y no soy muy buena para manejar los cambios sola, así que me apoyaré en ustedes para mantenerme lo más tranquila y clara posible.
Gracias....

domingo, 18 de abril de 2010

Mi primera carrera

Cuando tenía como 6 años, me inscribí a una carrera que organizaba mi escuela. No sé de cuantos kilómetros era, supongo que eran 3 únicamente. Me acuerdo que mi papá correría conmigo y que yo estaba muy nerviosa. Cuando dieron el disparo de salida, yo salí corriendo, no sé cuantos metros habré avanzado, pero yo creo que habrán sido unos 500 metros a lo mucho, cuando me tuve que parar. El dolor de caballo era inmenso y nunca hubiera podido terminar esa pequeña carrera. Me faltaba el aire, me dolía la panza y me sentía muy mal. Esa carrera me marcó por los siguientes 20 años. A partir de ese entonces, reafirme lo que me sospechaba, era pésima deportista. Nunca duré en ningún deporte más de 3 meses, ni hubo ninguno por el que sintiera especial atracción. Tal vez un poco más grande me incliné por basquetball porque la altura me ayudaba, y porque me tocó la época dorada de Michael Jordan, y probablemente porque el niño que me gustaba, practicaba ese deporte. El caso es que yo no entendía el gusto por el deporte, me daba flojera pensar en sudar, y odiaba tener que realizarlo. Ya más grande cuando la decisión era únicamente mía y no una imposición escolar, asistía de vez en cuando a un gimnasio cerca de mi casa, pero con el único objetivo de bajar de peso. Era estresante ir, ver cuerpo hermosos y yo con mis mil kilos extras y con la gracia de un hipopótamo.
Total que acordamos el deporte y yo que no nos llevaríamos nada bien, y que mejor no nos meteríamos el uno con el otro y así fue hasta hace un año.
Me inscribí a un gimnasio junto con mi mamá, y empecé a ir poco a poco. Primero iba 30 minutos que era lo que te recomendaban todos, 30 minutos al día son suficientes. Pero faltaba mucho, y creo que nunca fui por gusto realmente. En alguna terapia ya me habían informado que primero era necesario desarrollar el hábito, y para desarrollar ese hábito necesitaba de 3 meses. O sea que cuando quieras que algo se te haga un hábito, hazlo durante 3 meses, después ya no te costará trabajo.
Pero como iba a durar 3 meses si no podía ir ni 4 días seguidos! Me gustaba hacer únicamente un aparato, y acercarme a las caminadoras o bandas para correr me parecía una aberración, eso definitivamente no era para mí.
En algún lugar de mi cabeza tenía la inquietud de correr, no porque creyera que me gustaría si no por dos sencillas razones: admiraba a las personas que veía correr por más de 30 minutos seguidos, sin parar! para mi eran como un tipo de super héroes, y la segunda razón porque me gustaban los cuerpos que veía corriendo. Ah! y una tercera razón, un amigo un día me dijo, hace mucho tiempo, "deberías de correr , fulanita perez corre y tiene un cuerpazo".
Así que un día como a las 2 pm, que casi no hay gente porque me chocaba ir cuando había gente en el gimnasio, me subí a la caminadora. Corrí a un ritmo de 8 k por hora, más bien era un trote. Aguanté 5 minutos. Me sentí derrotada, nunca iba a poder correr, así que regresé a mi aparato que era una elíptica, era lo único que era para mí. Odiaba hacer pesas, y odiaba hacer abdominales (a la fecha los ODIO), y los odiaba porque no soportaba ver mis lonjas juntándose en un patético esfuerzo por desaparecer.
Yo siempre había admirado a mi prima que es un año mayor. Para mí , le había tocado todo lo que a mi no, belleza, simpatía, pelo chino, piel clara, delgada y para colmo deportista. Platicando con ella, me dijo que debería de correr algún día aunque fuera una carrera de 5 k. Yo pensé que estaba loca, pero seguí subiéndome a la banda todos los días, quería tener un poquito de lo que ella tenía. No corría mucho, 5, 10 minutos, 15, o tal vez 20 a lo mucho. No entendía como le hacían las personas a mi alrededor para poder correr 1 hr sin parar, pues de que estaban hechos? Me acuerdo mucho de una chava que un día corrió a mi lado, iba corriendo a un ritmo de 10 k por hr y hablando por teléfono, y comiendo una manzana!!! Seguro ella no era de este planeta, era la única respuesta.
La carrera de 5 k a la que mi prima quería meterme fue el 17 de mayo del 2009. Moría de los nervios todo el día anterior. No hice nada para no cansarme, me hidraté mucho, comí mucha pasta porque me lo habían recomendado, y me dormí muy muy temprano. Llegué a la carrera muerta de nervios, de emoción, no estaba segura de poder acabar, tenía que terminar esa carrera, tenía que quitarme la sensación y la idea de que yo no estaba hecha para correr. Cuando salimos, salí muy lento, cuidando mi ritmo, todos me pasaban, mi ritmo cardíaco estaba muy elevado. En todos los puestos de agua, 3, tomé agua, no quería deshidratarme. Cuando creí que estaba por llegar no lo podía creer, en serio iba a terminar yo una carrera? Vi la cara de mi esposo, sonriéndome y apoyándome. Había llegado, había corrido 5 kilómetros sin parar!! Esa medalla que me colgaron, significó más que una medalla de participación, fue un cambio de vida para mí. Ya no era la niña que nunca terminaba nada, que era mala para los deportes y que sobre todo, no podía correr.
Pronto después de eso, comencé a correr más, desde ese día llevo 8 carreras todas de 10 kilómetros, todas completadas. Esa historia que usaban en mi familia para reírse de " te acuerdas el día que nos hiciste ir a verte correr y a los 3 minutos ya no pudiste seguir, jajajaja", se ha vuelto la mejor historia para mí. Es la historia que me da fuerza para mantenerme en esta lucha. Si yo no podía correr 3 minutos, y era una niña malísima para el deporte, y ahora puedo correr 2 horas sin parar, puedo hacer lo que yo me proponga, sobre todo puedo vencer a esta adicción.
Hoy mientras corría en la calle, pasé por un anuncio que decía "todo empieza por un sueño". Fue la frase perfecta para hoy, puedes hacer lo que quieras si lo quieres de corazón y si es lo que te va a dar la felicidad, y todo empieza por un sueño, pero termina con una increíble realidad que me llena de satisfacción. Mi siguiente sueño correr medio maratón en la misma carrera en la que hace un año corrí 5 k. Mi sueño más grande, ser feliz, vivir esta vida cada día con la determinación de ser feliz. No voy tan mal, de hecho no voy nada mal. =)

martes, 6 de abril de 2010

Buena Cara

Me parece increíble que a pesar de todo, me sienta feliz, y creo que por primera vez realmente creo que la felicidad nos la creamos! Diría que la situación en la que me encuentro, dista de ser la vida perfecta, pero a final de cuentas, son circunstancias, eventos que ni siquiera dependen todos de mi, y que lo que dependa de mi, sé que lo voy a sacar adelante. Aunque debo de aceptar que estoy esperando el momento en que explote, en que "i snaP" lo digo en inglés porque no encuentro una traducción que le haga justicia. Pero ¿podrá ser que después de años de terapias, y de aprender como de cero a ser feliz, lo haya entendido? Si es eso, agradezco por primera vez, el que me haya tocado ser bulímica, porque si no fuera por eso, no hubiera ido a terapia, y hoy no me sentiría con tanta fuerza.
Pues este post es mega corto, sólo quería decir que vale la pena ese esfuerzo si lo estás haciendo, y si no porfavor inténtalo. Líberate de esa adicción. Si sabes que tienes un problema, haz algo! Al principio cuesta mucho mucho trabajo, y da flojera (que según algunos psicólogos es miedo), pero te prometo que al final, cuando la logres controlar, cuando no te acuerdes cuando fue la última vez que caíste en las garras malditas, vas a experimentar la mayor satisfacción que yo conozco hasta el día de hoy.
Espero que la situación que vivo mejore, y seguro va a ser así, sea lo que sea, es para mejorar siempre, todo es una oportunidad. Lo que agradezco es que a pesar de todo, y aunque en la mañana estaba un poco triste, o a veces preocupada, el hecho de que no haya recaído, me tiene tan contenta, que me ayuda a tener la cabeza y el corazón en su lugar para poder afrontar esto.
Quería compartirlo, porque ha sido mucho lo malo de todo esto, siento que a veces escribo cosas negativas siempre, pero hoy no! Qué tranquilidad saber que puedes tener felicidad por ti mismo, no la necesitas de una buena comida, o de tu mamá o de tu pareja! Claro que también eso te da felicidad, pero no es en base a ellos, ni a lo material, bueno eso es lo que creo hoy, y quería dejarlo asentado. Espero que este post me sirva para esos momentos en que me siento derrotada, en que siento que nunca saldré de la bulimia, en que me siento sola, en que siento que si no como 4 donas no soy feliz, etc. Por eso lo escribo, si te sirve, más feliz seré y si no, gracias por dejarme compartir mi vida. =) Y sí es cierto, al mal tiempo BUENA cara =).

lunes, 29 de marzo de 2010

Adicción a la Adicción

Creo que esto es algo nunca antes confesado , pero es importante reconocerlo y confío en las personas que leen esto.
Alguna vez leí que la anorexia y la bulimia era una forma de suicidio lento, me sonó horrible, y la verdad pues no es así de consciente, pero ahora me doy cuenta que sí hay algo de eso. En mi caso, probablemente era un enorme enojo, conmigo principalmente, porque nunca lograba ser lo suficientemente buena, y tal vez con alguien más. Me cuesta mucho compartirlo sobre todo porque me dolería causar una tristeza a la persona que me dio la vida, pero era un enorme enojo con mi mamá. En ese momento no era consciente, a la edad de 15 años no tenía la menor idea de lo que me pasaba, simplemente me sentía enojada y triste. Con el tiempo, y con terapias, fui desenredando todo , hasta llegar a lo que hoy les platico. No quiero hablar de mi mamá en este post, aunque creo que es importante para comprender mejor mi historia, y sobre todo para evitar en algún momento ciertas actitudes. También era enojo con mi papá porque se había regresado a trabajar al D.F. y sólo lo veía los fines de semana, y para mi el era mi apoyo y mi aliado, y sentía que me había "abandonado".
De lo que quiero hablar es de todo lo que ese enojo me ha hecho hacer durante tantos años. No nada más ha sido la bulimia, que de por si es peligrosa, sino que me ha hecho tener comportamientos peligrosos en diferentes etapas de mi vida. Alguna vez dije de broma, que tengo adicción a la adicción. Pasé por adicción a las compras, que me dejaban con una culpa enorme porque entraba como en una trance donde agarraba lo que podía, y gastaba más de lo que tenía. Al final acababa con muchas cosas que ni usaba, o no me quedaban y mis papás acababan pagando mis deudas.
He pasado por la adicción al alcohol, la cual todavía me cuesta un poco controlar, pero estoy segura que ya pasó la peor parte. Esta adicción me ha puesto en riesgos enormes, choqué dos veces en una semana, por manejar borracha. Las peleas más grandes, la mayoría han sido bajo los efectos del alcohol. Me desmayé una vez en Las Vegas, en parte por estar deshidratada a causa de vomitar, y otra por estar más de12 hrs frente a una maquinita apostando y apostando. Estuve 2 noches en el hospital, y el pobre de mi papá a un lado de mi cama, y la peor parte fue llegar a mi casa y ver a mi hermano llorando. Nunca me había sentido tan culpable por causar un sufrimiento a alguien más. Lo pienso, y todavía se me llenan los ojos de lágrimas. Cuando pusieron máquinas de apuesta en donde vivo, iba diario, me salía del trabajo para apostar, mentía cuando me preguntaban dónde estaba, y perdí mucho dinero.
Me gusta cortarme, aunque no se convirtió nunca en adicción. La primera vez que me corté, fue con los vidrios de un cochinito que había aventado y se rompió, y fue en los brazos,la letra del niño que me gustaba, tenía 13 años.
Gracias a Dios nunca he probado la droga, ni pienso probarla porque con esto de que me gustan las adicciones, me da todo el miedo del mundo quedarme atrapada en algo más.
Supongo que el estar más tranquila, las terapias, el quererme y aceptarme más a mi misma, me han ayudado a superar todas mis conductas destructivas. La conducta que ha sido más constante ha sido la bulimia, y la adicción a la comida. Esta adicción es la que me ha costado sangre, sudor y lágrimas, pero a final de cuentas veo lo bueno y aunque sigo luchando con algo, ya sólo es una cosa. Me da mucha tranquilidad y esperanza saber que he superado ya varias cosas, lo cual indica que mientras esté dispuesta y consciente de que existe un problema, este tiene solución.
Quiero aprovechar este post para pedirle perdón a las personas, que a causa de mi comportamiento, han pasado un mal momento. No hay forma de darles las gracias por seguir a mi lado, por el apoyo que me han dado, y no hay palabras para expresarles mi amor. Sé que la mayoría sabe que no es algo que hago con la intención de lastimar, va más allá de mi control, y como siempre lo he dicho, no hay persona que sufra más como la persona adicta. Las únicas palabras que me quedan siempre al final, son "mientras siga aquí, prometo seguir luchando, por mi y por ti".

PD: sigo sin saber porque desarrollé tanto rencor contra mi! Lo que trato de hacer es ya no buscarle una explicación, sino irme un paso adelante, en el perdón y aceptación. Pero si alguien tiene alguna idea, bienvenido, siempre es reconfortante saber que no se me cayó un tornillo cuando el doctor me sacó de la panza de mi mamá.

viernes, 26 de marzo de 2010

Experimentos

Han pasado casi doce horas desde que me levanté y mi experimento ha concluido. El experimento trataba de contar las veces que me paraba frente a un espejo para ver mi cuerpo, las veces que lo tocaba (en el sentido de lonjitas, cintura etc.) y las veces que pensaba en cómo me veía. Creo que si tuviera que hacer un porcentaje es de más o menos el 85% del tiempo.
Cuando me despierto es lo primero que pienso, ¿estaré más flaca, más gorda, igual? Me visto y siempre es ver si me veo gorda o no. Si con la playera que me puse se me ve la lonja o no. Si estoy haciendo bici y me checo en el espejo, es para observar que parte necesito bajar. Si estoy en el gimnasio, me comparo con las que están, y así más o menos el resto del día.
Ahorita venía a mi oficina caminando y venía pensando en el blog, y me acordé del experimento y me fijé que traía la mano agarrándome la cintura, el gordito que se hace justo arriba de la cadera, como que inconscientemente me recuerdo a mi misma que todavía tengo lonjas, y que soy gorda.
No quiero decir que me sienta muy gorda, pero siento que tengo muchos lugares de donde bajar peso, y cuando veo que hago un esfuerzo gigante y no veo gran cambio, me desespero y me enoja estar así.
Y así me digan mil veces que así está bien mi cuerpo, son palabras vacías. Claro que se agradecen, prefiero que me digan este tipo de comentarios, ah el "rellenita", "no deberías de comer esto que no está en tu dieta", y como dos mil frases más. Es curioso, si me dicen que que delgada, siento por un minuto o menos, gusto, satisfacción, y siempre acabo ese pequeño momento diciendo, "tal vez este menos gorda, pero me falta todavía por bajar" (en mi cabeza me lo digo obvio). Pero si me dicen, como hoy en la mañana mi entrenador "pues si no vienes lo que has de querer es rellenar tus depósitos de grasa", con eso me da en la torre por mucho tiempo. Como que esas palabras me checan perfecto, esas sí las creo y esas sí me afectan. Es como siempre tener el recordatorio de ser gorda, tal vez ahorita no tanto, pero de que eres gorda y si te descuidas en dos segundos regresas a ser gorda.
Suena horrible, pero así es. Lo siento, las personas que tenemos este tipo de obsesión así pensamos y no quiere decir que estemos locas eh, ojo, yo me considero bastante normal. En la calle no me señalan como "la loca", eso es lo peligroso de los trastornos alimenticios, que muchas cosas pasan en silencio.
Regresando al experimento, quiero hablar de los espejos. Toda mi vida he vivido en lugares con espejos de cuerpo completo, creo que me volvería loca si no los tuviera, y lo curioso es que los odio. Odio que con cierto tipo de luz, se ve hasta el más mínimo detalle, se ve cada gramo de más y justo en que lugar están localizados, cada parte con celulitis, sea poca o mucha, todo los malo se ve y como con lupa. Entonces, esto me hace pensar, ¿será el espejo, o seré yo? Y la respuesta es obvia, soy yo. Yo me centro en lo malo, busco las imperfecciones, me esfuerzo por encontrarme el punto débil, y hoy me dijeron algo muy padre. Traía yo un problema con un tennis que me estaba molestando un solo punto, y me dijo un amigo, si te sigues concentrando en ese punto, la molestia va a seguir, y cada vez la vas a sentir más, porque tienes tu atención en eso. Cambia tu atención y vas a ver como al rato se te olvida. La verdad es que el zapato Sí me estaba molestando, pero no es el punto, el punto es que tengo que concentrarme en todo lo bueno, que aparte es mucho más que lo malo.¿ Existirá la posibilidad que si dejo de concentrarme en cada gramo de más que tengo, estos desaparezcan? Estoy convencida que sí y no en el sentido de que se derrita la grasa, sino que para mi en mi cabeza van a desaparecer porque vana dejar de ser importantes. No es tan fácil como suena, pero es una posibilidad increíble que vale la pena buscar. Así que el experimento de esta semana será buscar como detener este tipo de pensamiento obsesivo negativo, estaría increíble tener un pensamiento obsesivo positivo!
Gracias =) escribir este post me deja con una enorme esperanza !

jueves, 25 de marzo de 2010

Fotos

Ayer escuché unas palabras que me han sonado en la cabeza todo el día: que es lo que recuerdas de las personas? Lo preguntó una de mis mejores amigas y la respuesta fue : te acuerdas de lo que viviste con ellas, de lo que te dejaron, de cómo te apoyaron, de las risas, de las lágrimas, de muchas y muchas cosas, pero poco te acuerdas o te importa de cómo se veían. Todo esto salió porque estábamos viendo unas fotos de hace 15 años y lo que salió en relación a dichas fotos, me dejó impactada! Primero que nada, gusto de ver que me sigo llevando con las mismas personas, lo cual agradezco enormemente a la vida ya que me ha permitido compartir momentos muy importantes con ellas, y me conocen y lo mejor es que me aceptan tal cual soy.
La segunda es que ninguna de las personas que vi en esas fotos, son como las recordaba. Por ejemplo a una de ellas, la recordaba hermosa, estilizada, como que siempre la había admirado. No es por criticarla, pero la verdad estaba bastante chistosa, el corte de pelo era como de niño, estaba muy flaca, con cuerpo de niña todavía. Una amiga vio su foto, y comentó algo muy cierto que a mi me ha pasado, dijo "estaba super flaca y lo increíble es que yo me sentía gordísima" y ahí está uno de los puntos principales de esta enfermedad, ¿cómo hacer para poder "vernos" como realmente somos, y lo más importante, querernos y aceptarnos como somos?
Yo siempre tuve la idea de que era una niña marranita, torpe y poco agraciada. Un día, viendo unas fotos de cuando yo tenía 5 años, me sorprendió (al igual que ayer le pasó a mi amiga) ver que era una niña común y corriente, alta, piernuda, pero para nada gorda. Lo que me gustaría saber, porque tengo pocos recuerdos de mis primeros años, es ¿porqué me sentía así? Esto es algo que todos los días pienso, y son ideas a las que le doy vueltas y vueltas, tratando de encontrar una explicación, para entonces entender, y sobre todo evitar que yo haga lo mismo cuando tenga hijos. ¿Qué pasó en mi vida que me formó la idea de que 1) la belleza física es lo más importante del mundo y 2) no hay belleza física si se tiene unos kilos demás? Estas dos ideas han regido mi vida la mayor parte del tiempo. Y es muy fácil decir que la belleza interior es lo más importante y todo este tipo de cosas que a nivel pensante, sé son ciertas. Pero siempre en el fondo de mi cabeza, esta ese diablillo que me dice que lo más importante es ser delgado, a pesar de lo que sea, como muchas veces llegué a decir, primero muerta que gorda.
¿Cómo es posible, que la simple idea de tener, no 20 o 40 kgs de más, sino 1 o 2, me hagan llorar de angustia? ¿Qué faltó en mi educación, en mi ambiente, en mi casa, que crecí con esta obsesión? ¿Cómo cambiar una forma de pensar cuando todo refuerza justo esa idea que quiero cambiar?
Porque es cierto que lo físico no es lo más importante, tener buen cuerpo para nada es lo más importante. Creéme que sé que hay millones de cosas que importan más en esta vida. De entrada agradecer que estoy completa y en buen funcionamiento, tengo familia, esposo, casa, comida, y mucho más de lo que hubiera pedido. Pero siempre, en el momento que menos lo espero, por un comentario, ver un anuncio en la tele, ver una foto de revista, por lo que sea, regresa ese pensamiento, la flacura es lo de hoy y es mi meta, punto. Mañana voy a hacer un conteo de las veces que me veo al espejo para revisar mi cuerpo, y en base a eso escribiré otro post. Voy a observar la cantidad de veces que mi cabeza está pensando en que más hacer para bajar de peso. Me doy cuenta que constantemente me agarro los huesitos de la clavícula, o los huesos de la cadera, o alguna otra parte de mi cuerpo para comprobar cuanto me falta bajar o de donde me hace falta perder volumen. Probablemente al hacer el conteo, al hacer todo de forma más consciente, pueda eliminar poco a poco un pensamiento obsesivo que me sigue afectando.
Porque al final de mi vida, quiero justo lo que mi amiga dijo, que la gente me recuerde por lo que les dí, por los momentos felices que pasaron a mi lado, y sé que así va a ser y que nadie me va a llorar por haber sido una persona de buen cuerpo. Yo no escojo a mis amigas según los kilos que pesen, o si tienen menos kilos me caen mejor, la vida no funciona así. Es difícil entenderlo porque muchas veces con echar una miradita a la TV, revistas, internet, etc. pareciera que en realidad lo único que importa es justo eso. Pero quiero encontrar (lo ideal sería que lo vendieran en pastillas) eso que me faltó, o que me sobró cuando era chiquitita, que me hubiera permitido crecer con un pensamiento sano. Si no lo tuve, lo acepto, pero creo que es hora de que lo busque para poder realizarme y ser todavía más feliz de lo que ya he aprendido a ser. Que raro suena, que alguien tenga que aprender a ser feliz, cuando seguro cuando nacemos somo felices por el simple hecho de estar vivos.
No sé si este post te haya servido de algo, porque está como todo revuelto, pero a mi me sirvió muchísimo escribirlo, y sobretodo me dio una buena idea! A ver como me va con mi experimento, ya lo bloggearé (mmmm sí existirá ese término??)