lunes, 28 de junio de 2010

Ingredientes

Últimamente me han dado ganas de comer mucho, de romper mi dieta, de tirar la toalla, y me da miedo, pero logor controlarme. He traído en la mano pasteles, donas, y las he regresado a su lugar, o tirado en el peor de los casos. A veces me como la mitad, una mordida, o la pieza completa, pero hasta ahí, y lo más importante es que no he llegado a vomitar. Ayer por ejemplo, estaba a punto de entrar al cine, y estaba ya formada para comprar un helado, me salí de la fila, y al final no comí y se me olvidó mi antojo. Me encantaría saber la forma de controlarme siempre, saber cómo es posible que me logré detener, o que logré desayunar fruta, o cenar verduras, o cómo le hago para despertarme todos los días a las 5am para ir al gimnasio. Es raro, pero durante 15 años busqué la forma, y cuando por fin estoy la mayoría del tiempo en donde quería estar, no sé que es lo que me mantiene aquí. Quisiera tener la fórmula del control, de abstenerme de vomitar, de abstenerme de llenar mi cuerpo de comida que me hace daño, no sólo para aplicarla yo siempre, sino para poder dársela a tantas personas que sé que la están buscando.
Tengo claros los componentes, no las cantidades, ni los tiempos, ni la "tienda" donde comprarlos, pero por lo menos sé qué es lo que me ayuda a estar más o menos sana mentalmente.
Lo primero que diría que se necesita es mucha compasión con uno mismo. De nada me sirve todos los días flagelarme o insultarme, lo que creo de mi misma, es lo que 99% seguro seré y proyectaré.
El segundo componente sería perdón. Yo perdoné a todas las personas que no me apoyaron, a las que me lastimaron, y sobre todo a mi misma. Todos los días tenía que perdonarme el hacerme daño, el no ser lo suficientemente fuerte para salir de la enfermedad, y todavía hay días que me tengo que perdonar porque no soy perfecta y no me quiero exigir perfección, porque ahora entiendo que no existe.
Fortaleza es otro ingrediente, porque aunque pareciera lo contrario, se tiene que ser muy fuerte para caer todos los días y aún así levantarse. Se tiene que tener fuerza para saber que probablemente voy a caer, pero que con seguridad me voy a levantar.
Diría que la humildad también es fundamental, porque hay que saber reconocer que nos estamos equivocando, y sobre todo saber pedir ayuda. Creemos que tenemos que hacer todo solos, sin que nadie nos apoye ni nos ayude, y creo que no hay nada más falso. Yo tuve que tocar muchas muchas puertas pidiendo ayuda, la mayoría me abrió y me ayudó como pudo y con lo que pudo, los que no quisieron abrirme, estoy segura que es porque tenían los mismos o más problemas que resolver como para poder dedicarme un poco de su tiempo. Hay personas que con una vez que les pedí ayuda, me han ayudado 1000, y siguen a mi lado, y son personas fundamentales en mi vida.
Hay que tener mente abierta, porque no hay un método, no hay una forma, no hay una persona, que te saque de la adicción. Yo probé con muchas personas, psicólogos, terapeutas, psiquiatras, homeópata, hasta con uno o dos curanderos fui, y sé que cada uno me ayudó, pero si me hubiera clavado en la idea de que sólo una clínica me podría ayudar, me habría perdido de tantas y tantas personas que conozco y sigo conociendo.
El amor es fundamental, porque es el amor en todos los sentidos. Primero fue necesario darme cuenta que me quería, y que por lo tanto quería estar bien, y necesité de mucho amor a mi misma para lograrme sacar adelante. Pero este amor a mi misma, cuando yo no me lo podía dar, me lo dieron mis papás, mi hermano, y mis amigos. Cuando no encuentro el amor adentro, porque estoy ofuscada, tengo muchas personas que me ayudan a encontrarlo. Por eso es básico cultivar el amor a las personas que te rodean, porque en el momento que las necesitas, ahí están. Son mis piernas cuando siento que perdí la fuerza para seguir caminando.
Busca y encuentra y después no lo dejes ir, todo lo que te hace feliz. Yo todos los días pienso que es lo que me hace feliz, lo busco, si lo encuentro no lo suelto, y si no lo encuentro, sigo buscando. Y lo mejor es que lo que me puede hacer feliz, es infinito. Una canción, una flor, un amanecer, una sonrisa, extenderle la mano a alguien, saludar a un amigo, estar sola, leer, oir un chiste, son mil cosas, desde lo más simple, hasta lo más complejo como (me imagino) que es abrazar a un hijo. Algo que he aprendido es que no me debe de gustar lo mismo que a los demás, soy única y con diferentes gustos, y en muchas cosas coincidiré, pero en otras sé que no, y no por eso las dejo de hacer, simplemente es cuestión de respeto y tolerancia.
Para mi un parteaguas es el momento en que corrí mis primeros 5 kilometros. A partir de ese momento, mi vida cambió y todo lo que había recolectado en 15 años de búsqueda, se conjugó de una forma casi milagrosa, para darme la oportunidad de por primera vez sentirme felizmente plena. Cada día se acumulan cosas buenas, sigo en la búsqueda, pero encuentro más rápido, me llegan personas que son "justo lo que necesitaba" en el momento preciso, y es como si cada vez que corriera, moviera energía positiva y más cosas buenas tengo.
Seguro me faltan ingredientes, y seguro mi receta es diferente a la que cada quien necesita, pero me gustó escribirla porque me da claridad y me ayuda a reconocer el largo camino que he recorrido. Si esto le ayuda a alguien que esté en el mismo camino, que esto fuera una especie de mapa que ayude a recorrerlo más rápido y menos dolorosamente, yo estaré más que satisfecha.
Que tengan un EXCELENTE día.
Como siempre mil gracias =)
Urs

1 comentario:

  1. Se que aqui los pasos son firmes fuertes solidos donde pian piantio uno recorre y dice miren si eh logrado pero vas x buen camino y si hay algo que hacer para que ese camino siga pues se apoya siemepre hay varias formas de lograrlo.

    Animo buena vibra un abrazo

    ResponderEliminar