lunes, 15 de marzo de 2010

Ups!

Esta entrada la estoy escribiendo con muchas ganas de que nadie la lea, y la escribo porque tengo un compromiso moral y porque también espero que escribirlo y compartirlo me abra nuevos caminos para salir de esto más rápido y más acompañada.
Pues tuve un fin de semana complicado con 2 recaídas, no graves, pero recaídas al fin, digamos que si fuera alcohólica hoy estaría un poco cruda. Lo que me llama la atención son varias cosas, porque al tener un episodio de bulimia en un estado tan consciente creo que me pude dar cuenta de cosas positivas, y bueno pues me quedare con lo bueno y no me torturaré por haber caído, al fin que ya me levanté, espero!
¿Porque caí?, muy fácil, el hecho de saber que voy a estar sola , y que voy a tener todo el tiempo del mundo para poder planear, comer, y vomitar, me regresa a un estado como muy conocido, y algo me hace inmediatamente click, y es como subirme a la montaña rusa de Bulimilandia!
Empiezo con un poco de emoción, pensando en todo lo que por fin después de meses y meses de restringirme, voy a poder comer y termino arrepentida tapada con mil sweaters por que me da todo el frío del mundo después de vomitar (no se porque) . Punto número uno, no es cierto que he estado tan restringida pero es probable que tenga que tener cuidado de no sentir que todo el tiempo me estoy privando de cosas porque entonces la probabilidad de que explote, aumenta. La verdad es que ya no es como antes, que sentía que todo el tiempo comía feo, y que sólo disfrutaba las comida que me engordaban.
Bueno ya una vez decidida y con todo mi arsenal armado, empiezo a comer, pero oh sorpresa! Me causa tanta ansiedad saber que estoy recayendo y que tenía tanto tiempo de estar bien, que ni siquiera disfruto lo que como. Así que lo que en un principio era algo para poder "disfrutar" eso de lo que me había privado, pues perdió sentido porque en serio el atragantarme no me permitió disfrutar nada. Incluso una vez empezado mi comilona (ese término se lo robé a mi última nutrióloga) pienso "mejor me paro ni siquiera me está gustando" pero pues ya no puedo porque ya tengo muchas calorías dentro de mi y de todas formas las voy a sacar no? Estoy segura que si le hubiera dado una pequeña mordida a esa dona, o a esa pizza o a lo que fuera, me hubiera sentido más feliz, tranquila y mi peso estaría exactamente igual o hasta mejor. Punto número 2 e importantísimo y no es que nadie me lo haya platicado, yo lo he comprobado más de una vez: cuando vomito, engordo, si no vomito, puedo mantener mi peso o incluso bajarlo. Lo comprobé en Navidad por ejemplo, comí lo que quise, no me acuerdo de un momento que me haya torturado por no comer algo, y subí 1 kg tal vez, y eso sin hacer ejercicio constante. Cuando vomito, a los 30 min. empiezo a perder color, temperatura, y entonces me da miedo que me baje tanto el azúcar que empiezo a comer. No mucho ni cosas que me engorden peor de cierta forma recupero ahí las calorías, y todas, ya que mi cuerpo entra en estado de alerta y lo que le meta, lo utiliza TODO. Tomo mucha agua porque me he llegado a desmayar por estar deshidratada, así que me hincho y retengo líquidos, así que por lo general acabo subiendo 1 kg pero muy diferente a Navidad, sin haber disfrutado nada, y lo que es peor haciéndole daño a mi cuerpo, y un poco alterada de la psique.
Y luego me doy cuenta que el vomitar tampoco me causa ya esa sensación de ligereza, de triunfo y de tranquilidad, lo cual es bueno. Total que viéndolo ya desde afuera del hoyo, veo que esta recaída fue totalmente diferente a las demás, y eso me alegra dentro de lo que cabe.
Y la verdad es que me faltó trabajo, aplicar alguna de las técnicas que sé pueden funcionar, hablarlo antes de hacerlo, no sé hacer algo para evitarlo. Me parece que es el hecho de tener el mismo patrón de conducta durante 15 años lo que hace tan fácil caer en él, a final de cuentas era el único camino que conocía así que es muy fácil que me vuelva a ubicar en esa ruta. Es algo así como los caballos del Hotel Hacienda Jurica: crees que los llevas tú, pero están tan acostumbrados a la ruta que siguen, que si los sueltas, siguen exactamente el mismo camino, y si tratas de cambiarles el rumbo se jalonean y no se dejan.
Lo que veo como más riesgoso de la situación, no es el que me haya hecho un daño físico, lo veo como si me hubiera enfermado del estómago, y ya, sé que no es igual, pero trato de verlo así para sentirme menos mal . Lo que sí noto y eso me da más miedo, es que el hecho de hacerlo una vez me prende como que todo el mecanismo y me quedo con ganas y con el impulso de hacerlo hoy, al rato, mañana.... Así que repito, es una adicción! Seguro así le pasa a los alcohólicos creen que por una vez no pasa nada, pero te enciende todo y no es fácil parar.
De verdad espero que este episodio haya durado sólo dos días, y ya, que a partir de hoy, pueda regresar a escribir este blog como "memorias" más que como algo actual. Espero que no lea nadie esto jajaja, y creo que sí me ayudó escribirlo. Me siento más tranquila y con más fuerza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario